cuando se habla de la necesidad de formación del educador para mejorar las practicas educativas; se asume, que esta formación implica la construcción de su persona, la reflexión, revisión y comprensión de su ser, afectividad, valores y actitudes y especialmente su percepción personal del momento histórico que vive el país. Es evidente que un educador desconectado de la realidad que vivimos en nuestra cotidianidad, poco puede aportar al proyecto de la nueva educación superior necesaria para la capacitación de la población en función de una transformación social, política y económica del país. En el salón de clases como se puede observar en la imagen están mis alunmos están atentos y aprendiendo de mi como yo también puedo aprender de ellos.
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